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Una ventana abierta

10 sept 2023

POV: ¡Feliz vuelta al cole!
Realidad: Tenemos deberes.


El texto que aparece a continuación es el articulo original previo a la publicación en el Blog El tiempo de la Esperanza el 31 de agosto de 2023, que por sus características gramaticales es más informal.



El Teléfono de la Esperanza creó en marzo de 2022  “una vía de comunicación online para los más jóvenes, donde pueden pedir ayuda en situación de ideación suicida.”  (Web de la entidad)

 

      << Lo que los ojos no ven y la mente no conoce, no existe >>, 
decía el escritor inglés David Herbert Lawrence.

      Como voluntaria del Chat de la Esperanza, debo mostrarles una realidad fuera de la visión túnel en la que puede unx verse cuando está en una situación de crisis. La vida es un recorrido tan largo, que encariñarnos con su sombra, seria perdernos pantallas de un videojuego único. Tratamos de quitar espacio a las emociones desagradables de los usuarixs, que en ese momento, les ocupa para que siembren otras nuevas.


Si en un caso de suicidio interviene más de un factor… para enamorarnos de la vida, ¿no bastaría con despertarnos? 


_Voluntariado unido_

        Uno de los pilares que me sirve de apoyo, es la certeza y la confianza de que el grupo de compañerxs de la asociación junto con los coordinadores del chat tiene voluntad de atenderme.

         Los adolescentes y usuarios del chat, al igual que yo, necesitan sentir eso. La mayoría de las veces, no se trata de usar los recursos que tenemos sino de creer en ellxs, de confiar y simplemente estar. Por ello, la tarea de visibilizar toda la red de apoyo y recurso que es la ONG del Teléfono de la Esperanza, es necesaria. Así como la de exigir más visibilidad y recursos por parte de las instituciones públicas.

            Jóvenes y no tan jóvenes nos enfrentamos en septiembre a lo que me atrevo a decir es la batalla del año. Es por ende, que el alumnx, en cualquiera de sus edades, debe sentirse seguro, con la certeza en el corazón de que tiene futuro y que es lícito sentirse agobiado; pero que hay una ventana abierta que somos las personas. No únicamente en un chat ni a través de un teléfono sino en la vida real. Nos necesitan de manera constante. Lxs chavalxs tienen que saber que las personas estamos para darle apoyo.

            Con respecto a la palabra suicidio, empieza a ser conocida o suena con menos tabú que antes, al menos, de cuando llegué por primera vez a la sede de Málaga y tuve que quitarme mis propios mitos con respecto al asunto. He normalizado lo que a día de  hoy, en cifras, es el primer motivo de muerte por causa externa, superando a los accidentes de tráfico. Escribo estas líneas y me sigue impactando.

Curiosamente, el dolor, la angustia y la desilusión no están solas en el túnel en el que se ven estas personas en crisis. Le acompaña la palabra autolesión. Y es una labor social no hacer de ellas ni un drama ni un meme. La muerte no es reversible. Ojito con el game over.


        La jerga y el modo encriptado de comunicación en las redes sociales (usando números para simular letras, por ej3mpl0 #aut0l3si0n3s) hace que se viralice un contenido difícil de frenar.


La gente no quiere morir, quiere liberarse del dolor, del sufrimiento temporal de las circunstancias de su vida. Están encerrados en el problema.


_Exigencia social_

            Las generaciones que vienen son cañeras en valores, son potentes e irradian luz pero tanta pantalla y exigencia social por un ahora y mañana perfectos donde no se les permite ningún fallo, les agobia y les saturan las voces de sus padres, madres y familiares. Piden silencio para estar en sus cuartos pero ese mismo silencio les aísla si temen el juicio de lo que les espera fuera. Sus pensamientos se vuelven tan ansiosos como un niño esperando su regalo en Navidad pero con sentimientos encontrados. 
              
      Estxs niñxs están en las aulas de quienes somos maestrxs, están en los pasillos de los institutos y estén en las habitaciones de quienes sois padres y madres. 

     Una de las cosas que más me dio de “hostias con la realidad” en esta experiencia, fue que las personas que se conectan al chat de la esperanza van en el metro, en el autobús o están en un almuerzo familiar. Cualquier escenario, por increíble que parezca, puede ser la ubicación de una persona contactándonos.

    Dudas sobre orientación sexual, conflictos con familiares, dificultad para conciliar la religión practicante y la cultura, mala comunicación o ausencia de ella en parejas tempranas, primeros miedos ante relaciones sexuales, miedo al rechazo, soledad por falta de atención debido al exceso de trabajo de sus cuidadores, querer cambiar de colegio y no expresarlo, la voluntad de practicar un deporte que no es el mayoritario o despuntar de alguna forma en el instituto de una manera no convenciaonal hace que numerosas de las emociones de lxs adolescentes sean desatendidas. O cosa que me produce más pena aún, que sean postergadas. El exceso de actividades extraescolares y no tener tiempo para sí mismos, les genera una ansiedad a la que no deberían de acostumbrarse.

Este dibujo fue todo un regalo de Mario Rodríguez (10 años) en la despedida del pasado curso escolar. Gracias de nuevo.

Este dibujo fue todo un regalo de Mario Rodríguez (10 años)

en la despedida del pasado curso escolar. Gracias de nuevo.

       


         Las nuevas generaciones nos quieren y agradecen a pesar de cómo está, en ocasiones, el mundo que les hemos dejado pero hay que DEJARLES SER. En las aulas y en mi labor como voluntaria, trato de aplicar un “sí a todo” mental como mantra con dosis de paciencia para ayudarles a gestionar sus emociones. Esto me sirve para conectar y validar lo que sienten.







All you need is love y atención. 




        Desgraciadamente, la preocupación por los resultados académicos ocupa muchas conversaciones. Los suspensos están por lo general vistos como una derrota que lleva implícita un juicio y estas notas agobian al (pre)adolescente situando su personalidad y estima únicamente en un número.


        Tienen que luchar con el estereotipo de que son débiles, las creencias sobre la generación de cristal y en muchos casos de que son inútiles o no válidos. 


        Cuesta más de un curso escolar desterrarles esa idea. El trabajo en el curso se mide en clases a diario y el trabajo del chat, segundo a segundo en el teclado. El tiempo se condensa a la vez que se intensifica en cada sesión.


                --“Solo quieren una guía y que no se les trate como tontxs.” Alguna vez he dicho (con amor) eso en las tutorías.

        Temen la crítica de otros antes que su fracaso personal o la desaprobación de una decisión tomada. En ocasiones, rendirse lo ven como un camino fácil lleno de silencio con opciones sin salida e irreversibles (como si esconderse o huir les ahorrase sufrimiento). 


Debemos callarnos para oírles más. Dejemos al adolescente hacer ruido. Sientan tranquilidad ante el hecho de que están vivos.


_Escucha activa_


        El adolescente necesita en grandes dosis apoyo moral libre de juicios. Quieren tener la oportunidad de equivocarse. No quieren conocer la experiencia de otros si no lo han pedido pero necesita saber que tiene un refugio. Por los diálogos que he compartido con ellxs, por el análisis y por los que tengo en las aulas, tenemos deberes pendientes. 

        Una alumna me confesó una vez “de alguna manera creí que era especial por tener contratiempos”. Claramente, si nos mostramos sin filtros, si nos mostramos vulnerables, ellxs podrán tener la oportunidad de hacerlo. Hagamos de nuestras emociones, una fortaleza sin escudos aceptando que tan pronto como vienen, se irán. 


        No podemos comunicarnos con la mente pero sí podemos ser sus aliados y brindarles la oportunidad para que hablen y se muestren libremente.


        En etapas llena de momentos de hormonas efervescentes en las que el ahora es lo único que importa, aparece la inestabilidad emocional (contaminados en parte por los likes de las redes sociales, la cultura del positivismo y el carpe diem). Desde el Teléfono se les invita a expresarse con su entorno más próximo para acercarles y unirlos a la realidad, se recuerda la confidencialidad de sus palabras y se agradece la confianza depositaba en nosotrxs.


        En este ahora que vivimos junto a las nuevas generaciones, con un hoy tan inmediato, tenemos que recordar que nuestros pensamientos y acciones de hoy perjudican o benefician el mañana. Y que esa desesperanza con la que la mayoría de usuarixs llega, puede verse modificada con nuestra actitud.


Jardines del Templo Kodaiji, Kioto (Japón).

        Hay días en los que no me siento preparada, hay momentos en los que metafóricamente hablando, abriría el chat para mi persona. Sin duda, hacer clic en el inicio de sesión del Chat de la Esperanza sabiendo que la ventana soy yo (dentro de un gran grupo de calidad humana de voluntarios -en cantidad ya quisiéramos-) conlleva una gran responsabilidad que me da aliento para seguir siendo parte de esta causa.

       




     Quizá esta pérdida desmedida de sentido de vida en la sociedad, en una mirada utópica, este siendo el camino para apostar por la salud mental y brindar formación emocional o adentrarles en el conocimiento de sí mismxs y de lo que nos une a todos los seres vivos: el amor.


        Me hace tremendamente feliz aprender y retarme en este proyecto en el que no dudo que habrá jóvenes que quieran implicarse en un futuro próximo o al menos, que con orgullo de su proceso de evolución, tenga el chat como un referente de escucha activa.


Son sus vidas, no la tuya.

         Aprender a quererles podría ser uno de los primeros deberes de setiembre para los adultos y evitarles que se sientan en una jaula de oro los del mes que viene. Poco a poco pero pa’lante. Anoten que el niño/a oye y ve todo rato.

        Estos niñxs, con los que hablamos, ya no lo son. Aprendieron hace mucho a ponerse los zapatos. Sin embargo, eso no significa que se aten bien los cordones a diario. 

        La labor de toda la comunidad educativa es hacerles de velcro. Agachar la cabeza para mirarlos desde nuestra propia suela de los zapatos sería un buen paso para comprenderles. Ayudémosles a pisar sobre el terreno. Digamos mirando a la cara en más de una ocasión “Dime, te oigo” y quedémonos para escuchar la respuesta. 

        

Como dice la canción del inicio "Valen más" del grupo de música Morat << Todos tenemos carga de equipaje e ilusiones en los huesos. >> 


(…) Y es que te está mintiendo quien diga que es cuerdo en realidad. Pues todos cargamos con un nudo en la garganta. Tenemos que salirnos del engaño de que una foto muestra la verdad; dejar de compararnos con extraños que nadie es tan perfecto en realidad. Tenemos que apagar el noticiero y ver que no todo está mal, hay cosas que olvidamos con los años que valen más (…)


Si sientes que ya nada tiene caso
y duele el peso de la gravedad,
siempre hay refugio en un abrazo,
siempre hay alguna luz en la ciudad.



Esa luz, en este caso, a través de una pantalla. Siembren esperanza en el nuevo curso escolar. Las personas que estamos detrás del chat no somos una excepción. Para poner el oído valemos todos. Les invito a ser una nueva ventana a lxs niñxs y lxs adolescentes. 


¡Gracias por tu tiempo!


Os invito a poner en estrellita y/o marcadores la página JÓVENES de la web del Teléfono de la Esperanza, suscribirse a sus novedades así como visitar la sede más cercana de su ciudad con el objetivo de ser voluntario, asistir a alguno de sus cursos y talleres sobre desarrollo personal.


Carmen De la Rubia :)


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